UNA MUJER TE HARÁ FELIZ

Ella está frente a ti.

Te sonríe, juega con su cabello, pero en realidad no está contigo, ni está tomando en cuenta la conversación lógica que estás teniendo con ella.

Está analizando, sintiendo, midiéndote.

¿Eres el hombre que la hará sentir viva?

¿O eres solo otro del montón, esperando que ella te salve, que ella te haga feliz?

Ja.

El problema no es tu apariencia.

No es tu cuenta bancaria.

El problema es que te importa demasiado.

Ella puede sentir que fantaseas con un futuro a su lado.

Ella no quiere a alguien que la adore sin razón.

Quiere a alguien que la haga sentirse pequeña.

Que no tiemble ante su mirada.

Cuando hablas, tu voz titubea.

Cuando te mira, tu cuerpo se congela.

Y ahí ya perdiste.

Una mujer no se enamora de un hombre que necesita su validación.

Se obsesiona con el que le roba el control.

Piensas que necesitas ganártela con cumplidos, con palabras bonitas, con sacrificios.

Pero cada vez que lo haces, le gritas que no eres suficiente por ti mismo.

Las mujeres guapas no quieren a un hombre perfecto.

Quieren a uno peligroso.

Un hombre que pueda desarmarlas con una mirada.

Que juegue con sus pensamientos como si fueran piezas de ajedrez.

Que no las necesite, pero que las haga sentir como si fueran la única.

Cuando ella no sabe si te tiene o si te pierde, cuando siente que puede perderte en cualquier momento, es cuando empieza a perseguirte.

El deseo no se negocia.

No se ruega.

Si aún estás esperando que ella vea “lo bueno que eres,” te estás condenando a ser invisible.

No necesitas ser perfecto.

No necesitas tener todo resuelto.

Lo único que necesitas es dominar el Juego.

Y cuando lo hagas, serás el hombre que ella nunca podrá olvidar.

Un abrazo,

Tu hermano mayor,

Iván Barca