SE MOJA CON TU PRESENCIA

Ella no recuerda lo que dices.

Recuerda lo que siente cuando estás cerca.

Y si lo que siente es incertidumbre, peligro, magnetismo… no podrá ignorarte.

El hombre que intimida con su sola presencia no es el más guapo, ni el más fuerte, ni el que más habla.

Es el que entra a la habitación como si todo le perteneciera.

Es el que no busca aprobación.

El que no necesita validarse.

Su postura, su mirada, su energía son suficientes para desarmarla.

Ese hombre no tiene que convencerla de su valor.

Ella lo siente.

Y eso la confunde.

Las mujeres viven de emociones.

No de lógica.

Cuando siente tu energía firme, un caos interno se desata.

No lo entiende, pero lo siente.

Tu presencia le exige que se defina ante ti.

No necesitas hablar demasiado.

Tu silencio dice más que cualquier frase ensayada.

El hombre que intimida no tiene prisa.

No necesita ocupar el espacio con palabras inútiles.

Ella no te mira porque eres el más guapo.

Te mira porque no puede entender por qué tú no estás mirándola a ella.

Y ese vacío la atrae como un imán.

Cuando te acercas con esa seguridad,
cuando sostienes su mirada sin flaquear,
ella no sabe si quiere besarte o temerte.

Y ahí es donde nace el deseo.

No del amor.

No de la admiración.

Del respeto que ella siente por alguien que no se somete a su influencia.

El respeto no se pide.

El respeto se exige con cada paso, con cada mirada, con cada silencio.

Si te necesita para validar su existencia, ya perdiste.

Pero si haces que dude de sí misma con tu mera presencia, el Juego es tuyo.

Las mujeres no desean al hombre que se esfuerza por ser notado.

Desean al hombre que las intimida con su imponente presencia

Si nunca te han dicho que se mojan con tu sola presencia

es q eres un cachorrito

no intimidas

no se nota tu presencia

¿y así cómo piensas aplicar JUEGO?

Un abrazo,
Tu hermano mayor,
Iván Barca