RITMO HIPNÓTICO

Las mujeres no eligen al hombre que más las quiere.

Eligen al hombre que más las hace maquinar

Si no ocupas su mente,

Otro lo hará.

Las relaciones no son estáticas.

Son un tira y afloja,

Un código oculto que dicta quién se obsesiona

Y quién es olvidado.

Los hombres que las mujeres no pueden sacar de su cabeza

No son los más guapos,

Ni los que más dinero tienen.

Son los que entienden la mecánica de la adicción.

La adicción no surge del placer constante.

Sino de la imprevisibilidad.

El cerebro se engancha con lo que no puede predecir.

Y en el Juego,

Eso significa que ella nunca debe sentirse segura del todo.

Dale una dosis de lo que quiere,

Pero nunca suficiente como para que se sacie.

No se trata de ignorarla,

Ni de ser frío sin sentido.

Se trata de que cada interacción con ella

Sea una experiencia que no pueda catalogar.

Un día la haces reír.

Al siguiente, la desafías.

Otro día, desapareces sin previo aviso.

No porque juegues con ella,

Sino porque tienes una vida lo suficientemente ocupada

Como para que ella se gane tu tiempo.

Aquí está la clave:

El cerebro recuerda lo que rompe patrones.

Si eres solo otro tipo que responde siempre igual,

Que da cumplidos sin pensar,

Que se acomoda demasiado rápido,

Te vuelves una canción que ya ha escuchado mil veces.

Pero si eres el hombre que la sorprende,

Que la saca de su eje,

Que hace que se pregunte qué estás pensando,

Se convertirá en tu fan sin siquiera darse cuenta.

La seguridad aburre.

La incertidumbre engancha.

Si controlas su dosis de ti,

Controlas su necesidad de tenerte.

Un abrazo

Tu Hermano Mayor,
Iván Barca.