NUNCA TE ARRODILLES

Sólo ante tu propósito trascendental

Ya que has decidido ignorar mi consejo y toda lógica y has decidido casarte lee esto:

Hombres, nunca jamás se encuentren de rodillas rogando a una mujer que se case con ustedes. No hay nada remotamente romántico en tal acto, más bien es un símbolo de sumisión a tu mujer.

Que un hombre esté de rodillas no es algo que se deba tomar a la ligera, un hombre representa fuerza, por eso cuando un hombre está de rodillas es sumisión a una fuerza mayor. Los hijos se arrodillarían para ser bendecidos por sus padres. Los hombres se arrodillarían para honrar a su rey. Los hombres se arrodillarían para honrar a sus dioses o antepasados.

Ahora tenemos una generación de hombres maricones que se arrodillan para rogar a las mujeres que se casen con ellos (o que sea su novia) como si la mujer les estuviera haciendo un favor al casarse con ellos. Eso sí, estas son mujeres que ya han sido utilizadas por otros hombres antes, dieron sus mejores años a otros hombres, ahora simplemente están dañadas, traumatizadas y vienen con equipaje (niños bastardos)

Esto es lo que sucede cuando los hombres no saben lo que valen. Las generaciones anteriores de hombres conocían su valor, por eso no mendigaban a las mujeres, simplemente se casaban con mujeres. Comprende esto, la única vez que una mujer pasará por una dificultad intensa en el matrimonio es durante el parto.

Pero tú mi hermano, como esposo, estarás en un ciclo eterno de intensa dificultad, ya que tendrás que mantenerla y protegerla. El matrimonio la beneficiará más que a ti, es un logro para ella. Es por eso que cada vez que mujeres que solían ser amigas y perdieron contacto a lo largo de los años, cuando se encuentran, lo primero que preguntan a la otra es "¿estás casada ahora?"

El matrimonio es un gran logro para una mujer, ella llega al matrimonio sin nada pero puede irse con todo. El matrimonio cambia su estatus social, la forma en que se mira a una mujer soltera es diferente a como se la mira a una mujer casada.

Entonces, de nuevo, ¿por qué vos, como hombre, deberías estar de rodillas rogando a alguien para poder elevarlo y cuidarlo por el resto de su vida boludo? Alguien por quien dedicarás toda tu sangre, sudor y lágrimas.

Con este conocimiento nunca te arrodilles para rogarle a una mujer que se case contigo, por cierto, ella no se casa contigo, tú te casas con ella. Arrodillarse es señal de sumisión, una vez que te arrodillas has transferido poder en esa relación. Te has registrado por falta de respeto y otros numerosos excesos.

Un matrimonio que se inicia mendigando, sólo se mantendrá mendigando y terminará con el hombre mendigando.

att. Tu hermano Mayor

Iván Barca

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