Amor frío y Rechazo

Fragmento de mi libro SIGMA

AMOR FRÍO

Un toro cuidando un conejo, tú cuidándola a ella

Las mujeres aman ser amadas de diferente manera que nosotros. Nosotros amamos ser amados con amor romántico, cálido, caricias, devoción, atención, lealtad. Las mujeres aman ser amadas con amor frío. Recuerda que las mujeres buscan supervivencia pura en sus hombres: solo pregúntate: ¿Es supervivencia abrazarla mientras transitan una calle? ¿Es supervivencia mirarla todo el tiempo con ojos de amor? ¿Es supervivencia enterrar la cabeza en su regazo cuando están viajando? Las mujeres sienten una increíble ansiedad ante estos comportamientos masculinos. Tú no eres un perro faldero. Eres un león de oro cuidando una flor, un toro cuidando un conejo. Debes estar siempre erguido, siempre atento, la mirada buscando peligros, imponiendo presencia. Hacer el amor no es suficiente, debes dejar la huella indeleble de un dios en el cuerpo y la mente de esa mujer, la huella del extremo dominio, con tus manos, con tus ojos. Debes darle a entender con tu cuerpo, con tus palabras y tus acciones que estás ahí para cuidarla, dominarla, liderarla, no para acurrucarla. Debes soportar tanto sus caricias en público, así como sus rabietas con un estoicismo casi indiferente. Esa fortaleza de roca fría a las caricias es lo que ellas aman. No te aman a ti, aman tu marco mental masculino.

RECHAZO

Los hombres, debido a su marco mental de inferioridad ante la mujer, se sentirán desanimados, descorazonados y humillados por el rechazo sexual. Pensar que una mujer es la solución que necesitas en tu vida solo empeora tus oportunidades de triunfar con las mujeres. Aquí está un mejor marco mental, otro filtro de la realidad que puedes usar para ver el rechazo de forma constructiva. Las mujeres adolecen de una enfermedad fatal: el aburrimiento. Las olas de simps y orbitadores que tienen y todos los pretendientes de mala calidad que las rodean son solo anestésicos temporales que no curan el problema real. Las mujeres necesitan un hombre que les saque de su zona de confort y las lleve a conocer mundos nuevos y desconocidos, que les revuelva el cerebro con ideas retorcidas y sensuales, que explore su más sacrílegas fantasías. En otras palabras, que las domine, que las haga mojar, que las saque de lo mundano y las lleve al éxtasis. Si no eres ese hombre, serás inevitablemente rechazado. Ahora, que seas ese hombre tampoco es suficiente (sí, sí, la vida es complicada). A pesar de ser la única cura para la enfermedad de una mujer, ella te rechazará porque no sabe que tú eres la cura. Debes entonces, de manera indirecta, seduciendo, subcomunicando, hacerla entender que tú eres la cura, tú eres la solución. Si ella te rechaza, estará rechazando su única oportunidad de curarse de su mal. Así que, ¿por qué te sientes mal cuando una mujer te rechaza? ¿Quién pierde? ¿Ella o tú? Quién está descartando la posibilidad de tener una vida amena es ella. Si ella te rechaza lo único negativo que podrías sentir es lástima por esa pobre mujer. Tú eres la medicina, tú eres el premio, los premios no compiten, tampoco pierden y siempre hay alguien ansioso por curarse, por tomar la medicina. Así que no desesperes, con suficiente acción masiva todo cae en el lugar que le corresponde. También debes entender que no existe tal cosa como el amor puro, lo único que existe es tu habilidad con las mujeres. Si una mujer te rechaza es porque tu habilidad no fue suficiente o que simplemente te equivocaste una o repetidas veces. Ahora, aclaro lo obvio: hay un sector de la población masculina cuyo valor en el mercado sexual es tan abismalmente bajo, que por más juego que tenga le será inevitable ser rechazado. Entonces simplemente trabaja para elevar tu valor en el mercado sexual, mejora tu juego y obtendrás lo que deseas.

También en versión audiolibro

Un abrazo

Tu hermano mayor

Iván Barca

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